Cuando abrimos la llave del agua en nuestros hogares, es difícil de imaginar por costumbre, que vivimos en constante escasez. Que algún día sin un cuidado responsable, el agua no brotará. Para que ese día no llegue, debemos tener conciencia de su valiosa importancia. Vivimos en el desierto más seco del planeta y gracias a las innovaciones a través del tiempo, se ha logrado disponer de ella constantemente para brindar una mejor calidad de vida a sus habitantes.
Debemos tener conciencia que con la misma cantidad de agua disponible, debemos abastecer a una población regional que sigue en aumento día a día.
Se estima que el 2025, con el crecimiento de la población y la prosperidad en la Región de Antofagasta llegará a albergar una población de un millón de habitantes. El impacto en nuestro medio ambiente dependerá de nuestra actitud y compromiso.
Asegurar nuestra sed de agua dulce
La carencia de agua es el motor que nos impulsa a innovar, el océano es nuestra nueva fuente de agua. Pero, esa seguridad nos debe motivar a erradicar malos hábitos que actualmente tenemos como sociedad y que están contaminando nuestro ambiente. Sigue estas recomendaciones: