image

Aguas Antofagasta proyecta inversiones por US$115 millones

Comunicados

Mientras los científicos confirman que hay evidencia observacional y paleoclimática de disminución de la cantidad de precipitaciones durante los últimos 50 años en el Altiplano chileno, autoridades como la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, ve la desalación como parte de la solución ante la escasez hídrica.

El reciente Informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), dado a conocer el pasado 9 de agosto a nivel mundial, ha causado revuelo internacional por sus lapidarias conclusiones, como -por ejemplo- que la humanidad es inequívocamente responsable del calentamiento global y que estamos llevando al planeta a un estado de alteración permanente.

El documento advierte que muchos efectos del calentamiento global “son irreversibles para los próximos siglos o milenios”. El informe de 3.949 páginas titulado “Climate Change 2021” (Cambio Climático 2021) menciona 98 veces a Chile, como un ejemplo de que el fenómeno climático también está impactando fuertemente al país.

Sequía sin precedentes
Del total de menciones sobre Chile en el documento, 34 de ellas están relacionadas a los fenómenos climáticos que el país enfrenta. “Los registros del ancho de los anillos de los árboles han proporcionado evidencia de que los recientes períodos de sequía prolongados en Chile no tienen precedentes en el último milenio”, dice una de estas alusiones.

 

quote

“Sobre América del Sur, hay evidencia observacional y paleoclimática de disminución de la cantidad de precipitaciones durante los últimos 50 años en el Altiplano y el centro de Chile”.

Señala el informe “Climate Change 2021”
Cambio Climático 2021.
<strong>Desalación como parte de la solución</strong>
En efecto, esta disminución de las precipitaciones en los últimos 50 años en el Altiplano chileno es una realidad que a diario se evidencia en la producción de agua potable en el norte de Chile.
Desalación como parte de la solución En efecto, esta disminución de las precipitaciones en los últimos 50 años en el Altiplano chileno es una realidad que a diario se evidencia en la producción de agua potable en el norte de Chile.

Sabido es este contexto al interior de Aguas Antofagasta, donde hace casi dos décadas comenzaron a explorar la tecnología de desalación como la mejor alternativa disponible para suplir la -cada vez más evidente- falta de agua cordillerana. “Estamos poniendo a disposición de la comunidad regional nuestra experiencia en esta tecnología, en la que somos líderes a nivel nacional, para aportar no solo en mejorar la disponibilidad de agua en consumo humano, sino también para la industria y el crecimiento de la agricultura en el desierto”, señala Carlos Méndez, gerente general de Aguas Antofagasta.

El ejecutivo recordó además que a pesar de la pandemia, Aguas Antofagasta ha mantenido su ritmo de inversión. “Lo más importante de esto y beneficioso para nuestros clientes es que los proyectos de desalación los asumimos íntegramente con recursos de la compañía, sin traspasar estos costos en la boleta mensual de consumo”, aseguró Méndez.

Ministra de Medio Ambiente
Así también lo entiende la ministra de Medio Ambiente Carolina Schmidt, quien en su reciente visita al norte se refirió al uso de la desalación como parte de la solución ante la escasez hídrica nacional. “Chile es uno de los países que se ve más afectado por la crisis hídrica y la disminución de las precipitaciones. Por lo tanto tenemos que cambiar la forma en que se gestiona el agua. No podemos seguir haciendo las cosas como se hacían antes, porque eso nos llevará a una situación insostenible”, expresó Schmidt.

La secretaria de Estado recordó además la necesidad de innovar en materia de producción de agua potable. “Dentro de las distintas medidas que debemos abordar, la desalinización es una de las que debemos implementar. Chile es un país muy largo y angosto y por lo tanto podemos generar estas soluciones, sacando de manera sustentable agua de mar para desalinizarla y llevarla a lugares donde no tenemos este recurso”, aseguró la autoridad ambiental.

Región de Antofagasta 60% y 40%
Este desafío ya está en marcha en la Región de Antofagasta, donde actualmente el 60% de la producción de agua potable de la empresa sanitaria regional proviene de la desalación, mientras el restante 40% es obtenido a partir del tratamiento de aguas cordilleranas.

Al desglosar esta cifra, vemos que sólo las comunas precordilleranas de Calama y Sierra Gorda mantienen su abastecimiento de agua potable vía napas subterráneas o afluentes cordilleranos. En el otro extremo están las comunas de Tocopilla y Mejillones, que actualmente cuentan con un 100% de abastecimiento a partir de la desalación de agua de mar, mientras Taltal avanza en esa línea con un 30% de suministro vía desalación y la capital regional llega a un 85% de cobertura con agua desalada.

“En la suma, actualmente producimos mil 152 litros por segundo de agua desalada, para cubrir buena parte de la demanda actual de las comunas costeras de la región”, explicó Méndez, quien recordó que la tendencia irá en aumento, puesto que actualmente están en la etapa de cumplir trámites administrativos para el desarrollo del proyecto de ampliación de la Planta Desaladora Norte (PDN) de Antofagasta, ubicada en el sector de La Chimba al norte de la capital regional.

Esta nueva infraestructura que se sumará a la planta existente contará con tecnología de punta y su construcción será armónica con el medio ambiente y vecinos, ya que contará con cero emisión de gases y uso de energías renovables certificadas.

Aporte a la reactivación
De esta forma, las proyecciones de infraestructura en desalación que tiene la empresa implicarán una inversión de 115 millones de dólares para la ampliación de la PDN. “Nos vemos en la necesidad de incrementar nuestra capacidad de desalación para cubrir el crecimiento de demanda de agua potable en Antofagasta y Mejillones y para acompañar el potencial crecimiento regional”, expresó el ejecutivo.

La pronta concreción de este proyecto será un aporte a la reactivación económica regional post pandemia, pues se requerirá la contratación de mano de obra a lo menos por un año y medio, además de una serie de servicios de contratistas asociados al proyecto, los que se espera puedan ser en su mayoría locales, concluyó el gerente.

/